Gobierno exige resultados en materia de seguridad, pero agentes de Fiscalía trabajan con equipo obsoleto, dañado y sobre todo sin motivación por parte de sus superiores

El clamor popular casi desde que inició el año 2022, ha sido que se resuelva la problemática existente en materia de seguridad, en donde Colima, de acuerdo a estadísticas del INEGI, es uno de los estados en donde su población se siente menos segura en el país.

Muchos critican la estrategia gubernamental, otros el actuar de las policías y personal de la Fiscalía, pero con estos últimos, en donde la gran mayoría realiza su trabajo a pesar de las circunstancias, a pesar de que no son motivados ni incentivados por sus superiores, en donde tienen que hacer uso de su creatividad para poder realizar sus labores diarias.

Se trasladan en unidades dañadas, viejas, con un sinnúmero de detalles mecánicos, eléctricos, que en muchas de las ocasiones no les permite realizar su trabajo con calidad, en beneficio de la sociedad. Es decir “hacen su trabajo a pesar de las circunstancias”.

Ante esta situación, nos preguntamos ¿a dónde se va el dinero que la Federación envía a la entidad para temas de seguridad? ¿qué hace el gobierno del estado y la Fiscalía con el equipamiento que sus elementos necesitan? ¿cómo quieren que se actué si no hay los insumos necesarios? ¿cómo quieren que se siga trabajando en pro de la seguridad de los colimenses, si la seguridad de sus trabajadores no es atendida?

Es necesario dejar a un lado el slogan “abrazos no balazos”, es necesario que el gobierno de Colima y todas las dependencias de las cuales depende la seguridad de Colima, dejen de ‘echar culpas’ al pasado, deben atender las causas actuales de la inseguridad y con ellas darles al pueblo de Colima la tranquilidad y paz que se merecen.

Si, es cierto, es necesario atender las causas de raíz, de hacer campañas de prevención, campañas de concientización de que la delincuencia organizada es eso, delincuencia, que hay que otorgar valores e incentivos a la juventud para que enderece su camino, pero también Colima se enfrenta a una situación, primero, inimaginable, pero también a una situación desbordada de violencia que tiene que ser atendida Hoy, no mañana, no dentro de dos años.

El pueblo de Colima necesita, requiere y se merece un Colima tranquilo, en paz, con calidad de vida, que fue a lo que se comprometió la Cuarta Transformación y por la que muchos colimenses votaron.