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COLABORACIONES

​EL FRENTE DEMOCRATICO CONTRATACA A SUS ADVERSARIOS POLITICOS

Septiembre 18, 2017

Indudablemente ya estamos observando que estamos en la primera etapa del proceso federal electoral donde los partidos políticos nacionales empiezan a desgarrar sus vestiduras en pro de aminorar los daños antes de que empiece la campaña política nacional. En ese sentido el denominado Frente democrático conformado por los partidos políticos nacionales del PAN, PRD y MC, han acordado internamente emprender una estrategia de contrataque contra Andrés Manuel y la dirigencia nacional del PRI, con el objeto de NO frenar al bloque opositor hacia el 2018. El Suscrito lo advirtió y lo sostiene como estudioso de la Teoría de los escenarios y de la Ciencia Política; que es risible acordar poner un Secretario de Gobernación y repartirse puestos del servicio público federal, cuando no siquiera han contendido electoralmente y pero aún, no se comenzado con ello la campaña política en búsqueda de la silla Presidencial; porque “del plato a la boca se cae la sopa” y “no por mucho madrugar, amanece más temprano”. Soy de la idea y lo expreso con respeto y objetividad, de que un frente debe contener un sentido político significativo que implique no sólo una alianza electoral de dos o más partidos en torno a un futuro candidato o candidata electoral, sino a que conlleve acordar la obligación y responsabilidad de elegir un método en selección del candidato aceptable y aceptado por sus integrantes; que deba tener el compromiso y la capacidad de poner las estructuras electorales de cada uno en favor de su mismo candidato (a); que contenga un programa de gobierno y una plataforma legislativa compartidos y; obviamente que contenga un gabinete o equipo de gobierno acordados. Todo ello requiere disciplina, control y “sacrificios personales y cupulares” y todavía esto no se observa aún. Estos atributos no se observan en este Frente democrático todavía. La idea del Frente Amplio Democrático, planteada por los dirigentes del PAN, PRD y MC con posibilidad de ampliarlo a otros partidos y a otros individuos y sectores de la sociedad, es más que respetable, pero su viabilidad se ve cuesta abajo. En algunas entidades federativas como Colima; ya actores políticos locales pertenecientes a estos partidos que conforman el Frente democrático, ya dijeron que a nivel estatal no irán en un frente democrático por congruencia en el “decir y el hacer”. Por ende todavía las interrogantes son muchas y no tienen que ver necesaria, ni principal, ni fundamentalmente con diferencias ideológico-programáticas. En un contexto muy distinto, y ejerciendo una análisis comparativo de escenarios electorales; en las elecciones federales de Alemania del año 2005, se acabó por formar un gobierno de los partidos tradicionalmente adversarios (demócratas-cristianos y socialdemócratas) en una “gran coalición política” en donde cada uno cedió parte de su programa inicial. O sea, en el frente democrático opositor en México, ¿se conformaron nada más de ganar y por ganar, en pro de sacar al PRI-Gobierno?; o ¿realmente cederán en lo concerniente a sus programas y plataforma política electoral?. Haciendo un recuento histórico lo más cercano a un frente democrático en la historia reciente de nuestro país; no se dio en el ámbito electoral, sino a través de un proyecto gubernamental y legislativo, impulsado por los tres partidos políticos más representativos nacionalmente (PAN, PRI y PRD) que en ese momento controlaban 91% de las curules en el Senado de la República y el 89% de los escaños en la Cámara de Diputados en San Lázaro. El Pacto por México, mostró en ese entonces la disposición del Poder Ejecutivo ya electo, y de las tres fuerzas políticas más importantes a dialogar, buscar acuerdos y transformarlos en compromisos; simbolizó en aquel entonces el reconocimiento de la pluralidad y la voluntad inicial de construir una agenda legislativa y administrativa desde la diversidad. Se hicieron 95 compromisos y se acordaron los plazos para llevarlos a cabo. Fue un gran logro, pero la repartición del poder ya estaba dada y por tanto no había que entrar a ninguna negociación de reparto de cargos de elección popular, ni de equipo de transición en el gobierno federal. Por ello, es de vital importancia que un Frente electoral requiere de muchos más asuntos a negociar. El primero; es si las élites partidarias de cada partido podrán convencer a sus bases y si el precio de la coalición política sería costeable electoralmente por las probables deserciones. El segundo; es si alguno de los tres partidos va a dejarle al otro la candidatura madre, es decir la Presidencial. Por qué lo más congruente sería que el partido con más apoyo electoral “llevará mano”. Pero también se podría adoptar, un método a través de encuestas y debates. Un método que, además, abriría la puerta a la posibilidad manifestada por los dirigentes del PAN del PRD y de MC de atraer a las opciones no partidarias. En fin, veremos en que aterriza esto; todavía no empiezan las campañas políticas sobre toda la Presidencial y ya empiezan los ataques y contrataques entre los partidos políticos que pretenden disputar el máximo cargo como lo es la primera magistratura Presidencial en el 2018.

Mi correo: jamhcom@gmail.com

JUAN ANGEL MAGAÑA HERNANDEZ

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