Pasión

Octubre 13, 2014

Elegí esta palabra con la que se puede definir una inmensa cantidad de cosas, acciones e inclusive, justificar las últimas. La pasión es un sentimiento que podemos poseer por cualquier motivo, la intensidad de este sentimiento nos puede llevar como seres humanos a realizar cosas inimaginables, jamás pensadas, que en determinado momento de nuestras vidas no nos creímos capaces de realizar. Al preguntar a mi círculo de amigos que entienden por pasión o que es lo primero que viene a su mente al escuchar la palabra, muchos de ellos se fueron por el lado amoroso o pasional; momentos compartidos con la pareja. Fueron pocos los que hablaron de la pasión como un sentimiento que podemos mostrar con el gusto por la realización de alguna actividad como el estudio, el trabajo o la profesión que ejerce. ¿ Por qué tomé hoy como protagonista a esta palabra?, es sencillo, el arte, y el verdadero artista se crean a partir de la pasión, de las pasiones que encierra la mente, las manos, ojos, boca, pies, ser humano que crea obras pensando, imaginando lo que le apasiona, hasta fusionar sus gustos con la capacidad de creación. Mucho se nos ha dicho sobre el trabajo. Ejercer una profesión o un oficio que disfrutemos realizar para que ello no se convierta en un “trabajo” sino en un gusto, que aparte nos genere un ingreso económico, vital para sobrevivir en este mundo. Pero, ¿hasta que punto hemos ignorado esto?, si consideráramos a la pequeña palabrita que lleva como título el artículo del día de hoy, y analizáramos qué nos apasiona, qué crea y fomenta todos nuestros sentimientos en esa grandiosa emoción, quizá nuestros días serían mejor.
Considero que todo artista, todo arte nace de las pasiones de su creador, por esta razón aunque el artista elabore una obra para otro, o por encargo, siempre hablará por lo menos un poco de él mismo; de su esencia, de sus logros y fracasos, de sus gustos y su visión personal. No hay arte sin pasión, porque la pasión es un arte que no todos somos capaces de comprender.

Alehlí G. Reyes Vega