Infiltrados

Marzo 15, 2018

Miguel Ángel Sánchez Romero

Ante el panorama desalentador de su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña y el descontento social que han generado los gobiernos y políticas públicas priistas; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), no le ha quedado más ha recurrido a una de las viejas prácticas de la guerra fría, infiltrando a sus fieles servidores en las filas de otros partidos políticos, no solo para robarles información que puedan usar en su contra, sino para desestabilizar o generar caos entre sus militantes, pero sobre todo en está ocasión han decidido incrustar a su gente como candidatos de la oposición, incluso han cooptado institutos políticos completos que les sirvan de esquiroles frente a sus adversarios, para así tratar de recuperar algo de lo que tienen perdido.

El caso de Colima, es un claro ejemplo de la infiltración que ha hecho el PRI en los partidos de oposición, de lo que prácticamente ninguno se ha salvado, pero quizá en el que se ha notado más su influencia, ha sido dentro del Partido Acción Nacional (PAN), en el que a través de la mano de Pedro Peralta Rivas, quién ha fungido como operador y benefactor de pseudopanistas que ahora se encuentran incrustados en la dirigencia estatal y comités municipales del PAN, en el Congreso del Estado y en los cabildos desde dónde emprendieron una encarnada confrontación contra el grupo encabezado por el Senador, Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien a pesar de haber perdido la dirigencia estatal Acción Nacional, su oficio político y relaciones en las altas cúpulas de panismo nacional, le dieron la fuerza para truncarle los planes que tenía el PRI y el Gobernador del Estado, José Ignacio Peralta, para infiltrar a priistas y mercenarios como candidatos del PAN a su servicio, como lo hicieron con Movimiento Ciudadano (MC), Partido del Trabajo (PT), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Encuentro Social (PES), Morena y Nueva Alianza (PANAL); partidos en los que ahora encabezan candidaturas prominentes priistas o exfuncionarios de Ignacio Peralta, lo que deja en claro el nivel de infiltración y complicidad que puede haber entre los “partidos de oposición” y el PRI.

Sin embargo, al haber encontrado el PRI, una resistencia real en el grupo de Jorge Luis Preciado, para poder infiltrar libremente a sus candidatos dentro del PAN; al parecer el Revolucionario Institucional a decidido jugarse su última carta, para dinamitar la alianza en Colima del “Frente Por México”, integrada por el PAN, PRD y MC, para lo que utilizará a su esquirol oficial, Leoncio Morán Sánchez, dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, del que se sabe extraoficialmente que el próximo lunes 19 de marzo, hará oficial el rompimiento con la coalición a nivel local, y presentará su lista de candidatos a los distintos puestos de elección popular, en los que se rumora que figuraran varios priistas y panistas ligados al grupo de Pedro Peralta, con lo que el PRI buscará dividir el voto del PAN, para beneficiar a sus candidatos o hacerlos ganar por las siglas del MC.

Nos queda claro que la estrategia del PRI a nivel nacional como en lo local, es ganar el mayor número de posiciones, aunque sea con candidatos bajo las siglas de otro partido político, o aplicando la fórmula que utilizaron para convencer a los exdiputados panistas Nicolás Contreras, Javier Ceballos y Luis Ayala, para que renunciaran al PAN y se pusieran al servicio y bajo las órdenes del PRI y del gobernador; ya que no se pueden dar el lujo por lo menos en Colima, de perder nuevamente la mayoría en el Congreso del Estado, y eso lo saben los priistas.

Sin embargo, en política nada está escrito y todo puede cambiar de la noche a la mañana, sobre todo bajo un escenario político vulnerable y cambiante como en el que nos encontramos; por lo que definitivamente los infiltrados jugaran un papel determínate, en la definición de que partido político será el ganador del proceso electoral 2018.




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Miguel Ángel Sánchez Romero