ECOS DE QUINTANA ROO

Septiembre 27, 2016

Graco Luis Ramírez Garrido Abreu estaba dispuesto a pasar un delicioso domingo en el paradisíaco estado de Quintana Roo. Todo hacía suponer que así sería.

El escenario era maravilloso, la alta burocracia del partido (PRD) estaba presente para festejar la toma de posesión del candidato de su alianza con el PAN al gobierno estatal, único estado en donde el partido del sol azteca fue artífice para el triunfo.

Se preveía su presencia en la comida para los afectos cercanos a Carlos Joaquín González, entre los que se encuentra Graco Luis, quien se encontraba ya en la explanada de Chetumal, donde cerca de ocho mil personas se congregaron para festejar el ascenso del segundo hijo de Nasim Joaquín que gobierna Quintana Roo (su hija Addy perdió en las urnas y no lo consiguió).

La dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, el ex dirigente nacional de ese partido, Agustín Basave, otros ex presidentes de ese partido Guadalupe Acosta Naranjo y Carlos Navarrete Ruiz, afines en el pasado al mismo proyecto que Graco se hacían presentes.

Tal vez la única incomodidad la representaban sus competidores por la candidatura presidencial que aspira a tener. Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles se encontraban dispersos por la sala del evento.

A unos dos o tres metros, el paisano de Graco Luis, Arturo Núñez Jiménez, gobernador de Tabasco (estado del que es oriundo el gobernador de Morelos), también militante perredista intercambiaba saludos.

Momentos antes, Graco saludo con un efusivo beso en la mejilla a la ex candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, cuando una llamada lo alertó, sobre lo que ocurría en el estado que dice gobernar.

Un rato antes del mediodía, un nuevo asesinato consternó a la sociedad de Morelos, aunque el gobernador ha mostrado poca sensibilidad para intentar frenar la violencia, puso cara de mortificación cuando fue avisado.

Y es que Graco se va a los números que él maneja y que dicen que favorece su accionar en contra de la inseguridad y que muestra a Cuernavaca como una ciudad segura.

Sin embargo, otros números y cifras desmienten las del gobernador y dan las armas suficientes para que los detractores del gobernador de Morelos le pongan el cascabel al gato.

Un promotor de tenis, conocido ampliamente en el estado, Pablo Moreno López y su pareja, fueron acribillados a plena luz del día, cuando se disponían a entrar en su casa, en la plácida y segura Cuernavaca.

Con todo y la sonrisa y los abrazos y apapachos que repartía a doquier, Graco decidió abandonar la sala de evento y salir a la carrera con rumbo al estado en que fue electo gobernador.

Adiós al relax que quería disfrutar en ese día, donde reinaba el descontrol, el desconcierto y la mala organización de un evento largamente esperado, la toma de posesión del nuevo gobernador de Quintana Roo.

Mientras Graco Luis volaba de regreso a Morelos, Carlos Joaquín emitía un emotivo discurso enfocado a lo que la gente esperaba, el ofrecimiento para sancionar el mal uso de recursos de que fue acusada la administración saliente que encabezó Roberto Borge Angulo, quien como se esperaba no acudió a la transmisión de gobierno.

Joaquín González se emocionó durante el discurso de toma de posesión donde agradeció el respaldo popular en las urnas y anticipó que quedaron atrás los excesos de poder y autoritarismo que avasalló todos los ámbitos de la vida del estado y aseguró que el estado no seguirá el camino de la deuda para enriquecer a unos cuantos.

Era tal el hartazgo de la sociedad de Quintana Roo con el gobierno saliente que no les importó el retraso del evento, ni lo largo del discurso, mucho lo desorganizado de los nuevos funcionarios.

Los gobernadores asistentes (priistas, panistas y perredistas) acostumbrados a ocupar espacio en la primera fila del escenario, fueron enviados sembrados en diferentes espacios, algunos hasta la tercera o cuarta fila.

Fue curioso ver como Ricardo Anaya y Margarita Zavala, sumidos en una disputa polémica desde hace varias semanas cruzaban saludos y hasta beso en la mejilla y Josefina Vázquez Mota, la ex candidata presidencial sentada a una discreta distancia de los aspirantes presidenciales.

También llamó la atención como Marco Adame castillo, ex gobernador de Morelos, se mantuvo alejado de Margarita Zavala y ni siquiera en el vuelo de regreso atinó a saludarla.

En esta ocasión los aplausos masivos no fueron para la esposa de Felipe Calderón, sino que los recibieron uno presente y dos en ausencia.

Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernador del estado, actual secretario de Energía y hermano del nuevo gobernador, rebasó por mucho en aplausos a los presentes. El segundo fue su padre, Nasim Joaquín, fallecido pocos días del triunfo de su segundo hijo gobernador y el tercer gran aplauso se concentró en Mario Villanueva, quien fue representado por su esposa Isabel Tenorio.

Los nombramientos del gabinete que acompañara a la administración encabezada por Carlos Manuel Joaquín González quedó conformado por personajes cercanos a los partidos que lo postularon y con miembros de la sociedad civil.

Entre los cargos más destacados se encuentra el de secretario de Gobierno, donde fue designado Francisco López Mena, ex diputado federal por Acción Nacional y ex candidato al gobierno del estado por ese partido.

Como secretario de Finanzas y Planeación quedó el empresario Juan Vergara Fernández, Contador Público, doctorado en Ciencias Fiscales y maestro en Derecho Corporativo.

En la secretaría de Desarrollo Regional e Indígena fue nombrado Julián Ricalde Magaña, ex alcalde Benito Juárez (Cancún).

La doctora Alejandra Aguirre Crespo se hará cargo del área de Salud del gobierno estatal.



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Ramón Zurita Sahagún